Modelo de clasificación para la prevención secundaria de ictus en pacientes con fibrilación auricular

La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más común en los países occidentales y se asocia con una alta morbilidad y mortalidad. Se estima que en las próximas décadas la prevalencia de esta arritmia aumentará debido al envejecimiento de la población. La consecuencia más grave es la producción de coágulos en los vasos sanguíneos que pueden viajar hasta impactar en el tejido cerebral produciendo un ictus. Como consecuencia de estos coágulos el médico tiene que decidir si se le receta o no anticoagulantes al paciente. Esta medicación tiene consecuencias como las hemorragias. Para la toma de esta decisión el médico se guía por 2 escalas diferentes que son la escala HAS-BLED que evalúa el riesgo anual de hemorragia mayor y la escala CHAD2DS2-VA que valora el riesgo clínico de sufrir un ictus. Las medidas dirigidas a disminuir el riesgo de una recurrencia en pacientes que ya han presentado un ictus se denominan prevención secundaria de ictus. El principal reto de la prevención secundaria son los ictus recurrentes. En este Trabajo Fin de Grado se ha creado un modelo de clasificación que es capaz de predecir si los pacientes padecerán o no un ictus recurrente en el periodo que va entre un mes y siete meses después de tener el primer ictus. Como resultado de este trabajo el modelo desarrollado es capaz de identificar aproximadamente el 86.6% de los pacientes que realmente han presentado un ictus recurrente. Este modelo puede ser útil como herramienta en la decisión médica de anti coagular o no a los pacientes con FA.

Atrial fibrillation (AF) is the most common arrhythmia in Western countries and is associated with high mortality and morbidity rates. It is estimated that the prevalence of this arrhythmia will increase in the coming decades due to population aging. One of the most frequent complications associated with this arrhythmia is the formation of blood clots within blood vessels, which can lead to stroke in patients affected. To manage this risk, physicians must decide whether to prescribe anticoagulants to the patient or abstain from treatment. However, anticoagulant therapy carries its own risks, including potential internal or external bleeding. Physicians commonly utilize two different scoring systems to inform this decision: the HAS-BLED scale, which evaluates the annual risk of major bleeding, and the CHA2DS2-VASc scale, which assesses the clinical risk of stroke. This is directly connected to secondary stroke prevention. Measures aimed at reducing the risk of recurrent stroke in patients who have already experienced one are known as secondary stroke prevention. The primary challenge in secondary prevention is managing the risk of recurrent strokes. In this Final Degree Project, a classification model has been developed to predict whether the patients will experience or not a recurrent stroke for one month and seven months following their initial stroke. The developed classification model achieves an accuracy of approximately 86.6% in identifying patients who actually experience recurrent strokes.