Beriain Rázquin, Josetxo2016-12-122016-12-1219900048-7694https://academica-e.unavarra.es/handle/2454/23012Con la rejilla analítica de Habermas podemos reconstruir la lógica evolutiva de las cosmovisiones, asumiendo la «adecuación metodológica en el momento reconstructivo» de dos momentos anteriores: arqueológico (en Durkheim y Weber) y genealógico (en Adorno/Horkheimer y Foucault). Habermas, con la estrategia conceptual (reconstructiva) de «mundo de la vida»/«sistema», pretende dar una explicación de las patologías de la modernidad tardía, manteniendo que: a) La racionalización cultural occidental, que se manifiesta como desacralización, conforma un «mundo instituido-instituyente de significado» o una «estructura de significaciones sociales», que tiene una plausibilidad constitutiva para la reproducción sociocultural. La racionalización de las rr. ce, que suministra «paradigmas» en la ciencia; una nueva forma de producción-recepción de la obra de arte, y unas máximas morales abstractas bajo criterios de justicia universalista son un logro inenunciable de la modernidad (momento arqueológico: Weber, Durkheim); es decir, la cosmovisión descentrada moderna es portadora de formaciones discursivas en las cuales es posible tematizar pretensiones de validez procedimental que sólo emergen de la esfera de la comunicación, porque sólo son redimidas en la esfera del discurso humano; no existen fuentes externas de validez metasocial desde que la esfera de validez es idéntica con la esfera del discurso humano. b) Esta racionalización del mundo de la cultura hace posible, al desplegar una «estructura de representaciones simbólicas más compleja», una diferenciación sistémica-económica, administrativa, política, organizacional, etcétera, pero esta diferenciación sistémica —cuyo objetivo es coordinar, planificar, programar las diferentes funciones sociales— crea sus propios medios de comunicación: dinero y poder (de-lingüistificados), que desterritorializan y colonizan las significaciones sociales: los valores, las tradiciones, los mitos, los ideales, las creencias, los proyectos colectivos autoorganizados. La validez del momento genealógico-deconstructivo (Marx, Adorno/Horkheimer, Foucault) es recuperada ahora como desenmascaramiento de un proceso de racionalización selectivo, por cuanto existe una colonización del «mundo instituido de significado» por los sistemas sociales de planificación funcional, c) La adecuación del «momento reconstructivo» radica en que mantiene la necesidad de un umbral, de un topos, de un espacio social de reproducción cultural en torno al «mundo de la vida» que recoge la «memoria colectiva», «la experiencia cultural compartida», que sedimenta un saber colectivo: definiciones, máximas, mitos, valores, etc., pero al mismo tiempo reconoce cómo en la modernidad tardía hay que desocultar los fenómenos de destrucción de las «gramáticas», que conforman formas de vida, identidades étnicas, religiosas, sexuales, mitologías populares, territorialidades de barrio, etcétera, puestas en peligro por viejos dispositivos de dominación-subordinación (dinero y poder) y por nuevos dispositivos de normalización disciplinaria» («el biopoder»).36 p.application/pdfspa© Centro de Estudios Políticos y ConstitucionalesRacionalizaciónOccidenteJürgen HabermasMundo de la vidaIdentidad colectivaLa reconstrucción del proceso de racionalización occidental según J. Habermas: mundo de la vida, crisis y racionalidad sistémicaArtículo / ArtikuluaAcceso abierto / Sarbide irekiainfo:eu-repo/semantics/openAccess