La tesis analiza la obra de veintiséis autores clave de expresión castellana, catalana, vasca y gallega. A través de ellos se intenta demostrar que en la medida en que la hipótesis del filósofo alemán Hamann sobre el determinismo lingüístico fue expandiéndose por la Península Ibérica, las reivindicaciones identitarias dejaron de plantearse en términos historicistas para hacerlo en términos lingüísticos.