(Dykinson, 2024) García-Zabaleta, Esther; Recio Moreno, David; Peñalva Vélez, Alicia; Ciencias humanas y de la educación; Giza eta Hezkuntza Zientziak
Progresar hacia una educación más inclusiva es uno de los grandes desafíos del sistema educativo del siglo XXI (Echeita y Fernández-Blázquez, 2021; UNESCO, 2021). Tanto los centros educativos como cada docente en su aula asumen la responsabilidad de revisar y transformar sus culturas, políticas y prácticas escolares (Booth y Ainscow, 2015), con el objetivo de reducir las barreras que crean segregación, marginación y fracaso escolar, y de reforzar los apoyos y recursos que promueven la presencia, el aprendizaje y la participación de todo el alumnado (Fernández-Blázquez et al., 2022). Es decir, se busca promover oportunidades para "estar juntos, participar y ser reconocidos, respetados y valorados por sus iguales y por supuesto, aprender sin límites que tengan que ver con expectativas, prejuicios o concepciones y actitudes discapacitantes" (Echeita, 2022, p. 212).
Por tanto, la promoción de la equidad y la inclusión no solo se plantea como una meta educativa, sino también como una demanda social que requiere el compromiso activo de toda la comunidad educativa.