(Universidad de Murcia, 2024-01-30) Sanzo San Martín, Irantzu; Elorza Ibáñez de Gauna, Concepción; Ciencias humanas y de la educación; Giza eta Hezkuntza Zientziak
El lema que da título a este artículo es una expresión utilizada a lo largo de los años para visibilizar reivindicaciones de distinta índole. En este sentido, se plantea aquí la posibilidad de aplicarlo a nuestro trabajo como docentes, artistas y/o investigadoras, comprendiendo, de esta manera, el arte y, por tanto, su producción, enseñanza o investigación, como un acto de resistencia. Así nos preguntamos por un tipo de actividad artística cuya aportación visibilice y localice lo que la realidad normativa con sus pactos e intereses, oculta o deja al margen. Para ello, se analizan dos obras: el trabajo audiovisual Swinguerra (2019) de Barbara Wagner y Benjamin De Burca y el proyecto expositivo La levadura y el anfitrión (2017) creado por Philippe Parreno. Se tratan, en ambos casos, de obras sin centro que, mediante lo queer y lo relacional, constituyen, según nuestra hipótesis, contextos privilegiados de des-aprendizaje y, por lo tanto, de aprendizaje, pues tanto una como otra, en su despliegue ante los públicos, pone de manifiesto una clara resistencia a los pactos de la realidad, generando de este modo inmejorables escenarios y situaciones de aprendizaje.