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Diseño de grifo con sistema de regulación mejorado para la ducha

Los grifos termostáticos empleados en las instalaciones de ducha están diseñados para satisfacer la demanda de agua a diferentes temperaturas de manera estable. La temperatura de salida del agua se mueve entre los 20 y los 50ºC, sin embargo, las personas se duchan en un rango de temperaturas que oscila entre los 32 y los 41,5ºC. Los reguladores de temperatura tienen un movimiento de rotación limitado, pero a su vez buscan cubrir un amplio rango de temperaturas, lo que dificulta la precisión del usuario a la hora de seleccionar la temperatura exacta deseada. Se plantea un rediseño del mando regulador de temperaturas para un grifo de ducha termostático, basado en ampliar el recorrido de este para las temperaturas habituales de trabajo en detrimento del rango que abarcan las temperaturas extremas. El objetivo de dicha modificación es conseguir que el usuario pueda seleccionar de una manera más precisa la temperatura mientras se ducha.