Publication:
Crisis, ordenanzas monetarias y Tabla de Cambios en el reino de Navarra (1329-1360)

Date

2009

Director

Publisher

Gobierno de Navarra. Institución Príncipe de Viana
Acceso abierto / Sarbide irekia
Artículo / Artikulua
Versión publicada / Argitaratu den bertsioa

Project identifier

Abstract

La crisis sucesoria abierta a raíz de la muerte del último capeto directo (1 de febrero de 1328), supuso, entre otras cosas, el advenimiento de una nueva dinastía, la de los Evreux, y la consiguiente desvinculación de la corona de Francia, a la que estuvo unida durante casi medio siglo. Durante gran parte de ese tiempo hubo una equiparación entre la moneda navarra (dineros sanchetes) y los torneses chicos franceses. Los nuevos monarcas, como era preceptivo, estaban facultados a emitir nueva moneda o a mantenerla durante un período mínimo de doce años y, preferiblemente, a lo largo de todo su reinado. El deterioro de la masa monetaria circulante y la creciente demanda de la moneda como instrumento básico de transacciones mercantiles aconsejaba tomar medidas al respecto y abrir una nueva etapa; pese a su evidente necesidad se optó por la continuidad. No sin dificultades, debió alcanzarse un acuerdo sobre las condiciones técnicas de la reacuñación. La ley sería de 3 dineros (25% de pureza teórica) y una talla de 24 sueldos por marco de Troyes o un peso de 0’84983 gramos. Semejante propuesta, suponía una depreciación de la moneda “nueva”, respecto a la ya circulante, cuyos elementos constitutivos teóricos, desde 1264, eran de 3 dineros y 18 granos (31’25% de plata) y de 18 sueldos de talla o peso (1’1331g). Ante tales perspectivas, los estados del reino optaron abiertamente por el monedaje. La amplitud de la crisis haría poco efectivas tales medidas y la escasez de numerario provocaría encendidas protestas en amplios sectores de la sociedad navarra, hasta tal punto que una de las primeras acciones del nuevo monarca (Carlos II) fue la implantación de un nuevo sistema monetario, trimetálico, basado en la emisión de piezas “gruesas” de diversos valores. Pese a tales medidas innovadoras, su aplicación era tardía y, en gran medida, a remolque de la difícil situación creada por la gran depresión medieval que vive gran parte del Occidente cristiano. Al menos en una primera fase (1355-1360), los síntomas de una frágil estabilidad monetaria sedejaron sentir, pero la amplitud y hondura de la depresión económica, agudizada por la guerra y la presión fiscal, pronto dejaría sin efecto los logros inicialmente alcanzados.


The crisis of succession resulting from the death of the last direct Capeto (1stof February 1328) led, among things, to the arrival of a new dynasty, theEvreux, and subsequent separation from the French crown, to which the monarchy had been united for almost half a century. For a great part of this time, the Navarrese coin (sanchetes) was equivalent to France’s small tournois. The new monarchs, as was preceptive, had the power to issue new coins or to keep the old ones for a minimum period of twelve months and, preferably, throughout their reign. The drop in the amount of coins in circulation and growing demand for coins as a basic instrument for commercial transactions suggested that measures should be taken in this regard and a new stage embarked upon; despite the obvious need for this, however, the option of continuity was pursued. Not without difficulties, an agreement on the technical conditions of reminting needed to be reached. The law was 3 dineros (25% of theoretical purity) and 24 sueldos per marc de Troyes or a weight of 0.84983g. Such a proposal represented depreciation of the “new” coins in comparison with those already in circulation, whose theoretical composition since 1264had been 3dineros and 18 granos (31.25% silver) and a unit or weight of 18 sueldos (1.1331g). Given the prospects, the States of the kingdom openly opted for coinage. The scale of the crisis meant that thesemeasures proved barely effective and the scarcity of cash led to lively protest from wide sectors of Navarrese society, to such an extent that one of the first things the new monarch (Carlos II) did was to establish a new trimetallic coin system based on issuing “thick” coins of differing value. Despite such in novative measures, application of this system came late and, to a large extent, following on behind the difficult situation arising from the great mediaeval depression experienced by a significant part of the Christian West. At least at first (1355-1360), the symptoms of monetary stability, albeit fragile, could be felt, but the scale and depth of the economic depression, aggravated by the war and tax burden, soon cancelled out what had initially been achieved.

Description

Keywords

Sistema monetario, Dinastía Evreux

Department

Geografía e Historia / Geografia eta Historia

Faculty/School

Degree

Doctorate program

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